¿Qué es la psicoterapia? (y cuándo acudir).

Seguramente has escuchado de alguien que asiste a psicoterapia, o incluso te lo han mencionado o sugerido, quizás hasta hayas pensado en la posibilidad de asistir, sin embargo, debido a que tenías poco claro a que se refiere realmente el término y lo que implica, te desanimaste. Aquí te lo aclaro:

Existen muchos mitos alrededor del término 'psicoterapia', muchos de ellos tienen que ver con la idea de 'locura' o de 'enfermedad mental', también con el uso de la fuerza o la autoridad para 'lavar el coco' de las personas. ¡Nada de eso es verdad! La psicoterapia se conforma por una serie de procedimientos que se llevan a cabo en favor de promover la calidad de vida de las personas. Más específicamente, la psicoterapia consiste en un proceso personalizado, basado en la colaboración entre una persona o un grupo de personas y uno o varios profesionales capacitados, con el objetivo de acompañar en el logro de un mayor bienestar emocional, personal y social a través de la búsqueda de alternativas que permitan afrontar las diversas situaciones de la vida de la mejor manera.

La psicoterapia hace uso principalmente de la conversación para generar nuevas experiencias, emociones y significados que transformen el modo en que se perciben las situaciones y los problemas.

En una psicoterapia, los clientes y los terapeutas son socios durante la conversación; así, el proceso se transforma en un espacio en el que el cliente es experto en su vida, mientras que el terapeuta es experto en promover el cambio hacia direcciones que los participantes consideran deseables (utilizando métodos y principios establecidos y comprobables que asisten en la modificación de conductas, pensamientos y emociones, así como otras características personales), es decir, la psicoterapia brinda la posibilidad de que las personas involucradas tomen e implementen decisiones que los acerquen a lo que quieren lograr en la vida y como les gustaría hacerlo.

Erróneamente, existe la creencia popular de que el psicólogo se dedica única y exclusivamente a tratar con ‘pacientes’ con trastornos psicológicos, sin embargo, es necesario dejar de vincular la psicoterapia con la psicopatología, ya que la psicoterapia impacta positivamente en muchas áreas y contextos de la vida de cualquier persona, como por ejemplo:

El uso de las habilidades de comunicación para relacionarse (con la pareja, la familia, los amigos, etc.).
La capacidad del manejo emocional y la resolución de conflictos.
La reflexión y el auto-conocimiento.
El manejo de la motivación propia.
La exploración de capacidades y recursos personales como la creatividad, el liderazgo, auto-confianza, la curiosidad, el sentido del humor, la espiritualidad, entre otras.
La búsqueda de excepciones a los problemas en la vida cotidiana y la selección de historias alternativas para los mismos, haciendo especial énfasis en el reconocimiento de la capacidad que tienen las personas para lograr un cambio.
La mejora en la calidad de vida de las personas con enfermedades crónico-degenerativas (por ejemplo, diabetes o cáncer).
La psicoterapia también reduce la necesidad de tratamiento farmacológico cuando se está cursando con alguna alteración emocional como la depresión o la ansiedad, e incluso otras condiciones como el estrés, los pensamientos repetitivos o los cambios recurrentes de humor.

Así, se puede decir que la psicoterapia es un proceso principalmente basado en el diálogo (aunque puede hacer uso de pruebas psicométricas, el juego, el dibujo o el arte, entre otras técnicas y procedimientos) que permite la colaboración entre personas y “pone el foco” de atención en lugares que habían sido poco explorados al momento de solicitar la ayuda, para generar nuevos significados y experiencias que promuevan el cambio en la dirección deseada.

Momentos en los que podrías tomar acción y vivir la experiencia de una psicoterapia

(o contarle a alguien sobre lo que ésta significa):

Querer conocer mejor tus capacidades y fortalezas como persona.
Querer dar un significado renovado a algunos aspectos de tu vida (relaciones familiares, el empleo, las relaciones de pareja, etc.)
Tener curiosidad sobre cómo podrías potenciar tus capacidades emocionales.
Sentir que las situaciones de tu vida requieren un cambio pero no tienes claro hacia qué dirección.
Enfrentar nuevos retos y decisiones y querer aclarar tus ideas al respecto de cómo manejarlos.
Haber intentado varias cosas para conseguir una meta y no sentir que se ha alcanzado.
Buscar relacionarte de mejor manera con las personas .
Cuando surgen desacuerdos entre la familia, la pareja o los amigos.
Tener emociones y pensamientos poco claros sobre ti misma(o) o los demás, y que esto te genere cierto malestar.
Experimentar dificultad para concentrarte en ciertas tareas que antes te resultaban fáciles y motivantes.

Algunas situaciones críticas:

Haber iniciado conductas que antes no hacías pero que ahora sientes que interfieren con tus actividades normales (fumar, beber, dormir menos o en exceso, problemas con tu alimentación, etc.).
Tener un sentimiento abrumador y prolongado de desamparo y tristeza.
Sentir que tus problemas no se solucionan a pesar de tus esfuerzos y de la ayuda de familiares y amigos.
Tener dificultad para realizar las tareas de tu empleo u otras actividades cotidianas.
Tener preocupaciones excesivas, esperar lo peor o estar constantemente nervioso(a).

Como puedes ver, la psicoterapia puede mejorar muchos aspectos de la vida de las personas sin que ésto signifique que se encuentran enfermas psicológicamente. Ahora que lo sabes, no podrás decir más que alguien debe asistir al psicólogo debido a su 'locura' y podrás procurar informarle de manera más adecuada qué es y por qué es útil acudir con un especialista para obtener experiencias que cambien su realidad. Piensa también que siempre se debe predicar con el ejemplo.

Ten presente que: