-EL PODER CURATIVO DE LAS PALABRAS- Cómo puede una palabra transformar la realidad.

En esta ocasión toca hablar sobre la relación que existe entre la psicoterapia y las bases biológicas de su efectividad. Poco se habla sobre la efectividad de los métodos empleados en psicoterapia y de cómo es que un método que se basa principalmente en el diálogo puede originar cambios tan marcados para la salud de las personas.

Para comenzar, quisiera exponer una de las mentiras más grandes que nos hemos creído al respecto de nosotros mismos: el mito de que nuestro cuerpo, nuestros pensamientos, nuestras conductas y nuestras emociones son cosas totalmente diferentes. La lógica formal (esa que se dedica a hacer deducciones acerca de las cosas basándose exclusivamente en información palpable), nos enseñó durante mucho tiempo que nuestra mente y emociones son cosas totalmente separadas de nuestra biología, y que funcionan como mecanismos independientes. Esta lógica nos indicaba que, si no podemos conocer cómo funciona la ‘mente’, es porque seguramente está hecha de una sustancia distinta a la del cuerpo. Así es como terminaron por convencernos de que el cuerpo no tiene nada que ver con los pensamientos y las emociones. Hoy en día, esta idea no se sostiene, ya que existe suficiente evidencia en favor del hecho de que los pensamientos, las conductas y las emociones son todos una función del cuerpo biológico.

Vamos a explicar esto con ejemplos:

Empecemos por las conductas. Una conducta se refiere a una o varias respuestas motoras que tiene un ser vivo en relación con su entorno [en otras palabras, una conducta quiere decir moverse o quedarse quieto según se requiera]. Para que una conducta pueda aparecer, se requiere del cuerpo; un humano sin músculos, no puede moverse y para que sus músculos se puedan mover requieren de un sistema nervioso que les mande una señal indicando en qué momento, con qué fuerza y a qué velocidad contraerse. Además, para que la conducta tenga sentido, la persona debe tener una idea clara de hacia dónde quiere moverse, de lo contrario le sería imposible conseguir su meta (por ejemplo: para comer, debemos saber que la comida debe entrar por la boca y dirigir conscientemente la cuchara entre nuestros dientes, para después mover los músculos de la masticación). Toda conducta requiere que podamos percibirla mediante el tacto, el olfato, el gusto, la visión o el oído. Sin cuerpo, la conducta es imposible.

Vayamos ahora a detallar las emociones: Una emoción se puede describir como una reacción adaptativa del cuerpo para actuar de acuerdo con las situaciones del momento (Imagina, por ejemplo, una reacción de miedo que sirve para huir de un peligro potencial). Si lo pensamos detenidamente, una emoción nunca aparece sola y siempre está acompañada de una conducta (huir, gritar, llorar, brincar, golpear, etc.) y uno o varios pensamientos (imágenes de terror, de placer, ideas de cosas felices, etc.). Como ya dijimos, las conductas son el cuerpo en movimiento y el cuerpo para moverse requiere de un impulso, ese impulso se lo da la emoción. La emoción se origina a partir de las sustancias químicas que se liberan por todo el cuerpo y que hacen, por ejemplo, que se respire más rápido, que la sangre corra hacia los músculos, que el corazón lata más fuerte, que la piel sude, que los sentidos se agudicen, que el rostro se ruborice, etc. Es decir, las emociones son el cuerpo reaccionando y pensando acerca de las cosas.

Finalmente describiremos los pensamientos: Este concepto es un poco más difícil de definir, pero diremos que un pensamiento es una representación de lo que se realiza en el cuerpo. Esta representación es simbólica y es fruto de la capacidad del cerebro para integrar la información de todas y cada una de las reacciones que sufre el cuerpo a cada momento. Piensa por ejemplo, que para mover un músculo en tu cuerpo el cerebro tiene que programar un plan que le indique al músculo la dirección, fuerza y duración con que debe moverse; este plan en tu cerebro es una representación simbólica y análoga (o sea, escrita en un código de señales químicas en las neuronas) de lo que el músculo debe realizar una vez que se esté moviendo. Como ya puedes adivinar, la representación que hace el cerebro es lo que llamamos un pensamiento y sirve para dar sentido a lo que sucede en el cuerpo o en el mundo externo (muchas veces no somos conscientes de los pensamientos, pero están ahí).

Hasta aquí he tratado de explicar, de forma más o menos sintetizada, los conceptos que creíamos que no estaban relacionados entre sí; la verdad es que todos definen el mismo fenómeno, así que, debemos decir que las conductas son también emoción y pensamiento, el pensamiento, es también conducta y emoción y, la emoción, es pensamiento y conducta; nunca por separado.

Planteemos ahora la pregunta de ¿Cómo logra la psicoterapia generar cambios en las personas? Si me has seguido en mis posts anteriores, habrás notado que he descrito a la psicoterapia como 'un proceso capaz de cambiar realidades', es decir, que puede tener un profundo efecto en el sistema de conductas, pensamientos y emociones de las personas. Actualmente podemos decir con evidencias, que este cambio en la percepción de la realidad se corresponde con una modificación más o menos permanente de la forma en que funciona el cuerpo, veamos:

Ya desde el siglo XIX, cuando la psicoterapia emergía como la forma más adecuada de tratamiento para condiciones que eran incapaces de ser tratadas mediante la medicina, se comenzó a intuir que sus efectos tenían un sustrato biológico, pero no se entendía su procedencia. En esta época, se descubrió que la palabra y la conversación son capaces de aliviar síntomas sin haber empleado procedimientos médicos que afectaran evidentemente al cuerpo (que se creía que estaba separado de la emoción y el pensamiento). De este modo, la conversación, que se centraba en la modificación de pensamientos y la evocación de conductas y emociones durante todo el proceso, lograba corregir estados de salud que los tratamientos médicos tradicionales eran incapaces, pero se desconocía la razón de su utilidad, por lo que se le llamó: el método de la curación por la palabra.

“ La palabra es un gran soberano, que con un cuerpo pequeñísimo y totalmente invisible realiza acciones absolutamente divinas. Puede, en efecto, hacer cesar el miedo, eliminar el dolor, provocar la alegría y aumentar la compasión " .

-Gorgias-

La bella metáfora que dice: "tus palabras me han tocado" cobra un sentido literal cuando nos damos cuenta que las palabras realmente tocan al cuerpo. Piénsalo dos veces: para que una persona pueda percibir el mensaje que se envía a través de las palabras, el organismo debe experimentar una serie de reacciones que tengan como resultado final que la palabra sea entendida y genere un cambio de conducta. Esto no es una tarea sencilla e implica que el mensaje se transforme una y otra vez, pasando de ser simples vibraciones de aire en el oído, a convertirse en señales mecánicas que estimulan a unas células especializadas en detectar movimientos en el oído interno, esto se traduce en una señal química, ésta señal, se convertirá a su vez en un código de impulsos eléctricos que lleguen al cerebro, donde finalmente se integrarán con miles de otras señales neuronales provenientes de otras partes del cuerpo y que describen 'pensamientos-emociones-conductas'. Es decir, la palabra se habrá transformado en parte del funcionamiento del cuerpo.

Ya decía Santo Tomás: "No hay nada en el intelecto que no haya pasado primero por los sentidos". De hecho, todas nuestras experiencias, para ser vividas como tal, deben convertirse en alguna reacción en nuestro cuerpo. Y es que no podemos apreciar el mundo sin él, cada experiencia lo modifica. Un movimiento es motivo de una transformación enorme en el organismo; y si has seguido el hilo del texto, podrás afirmar que un pensamiento o emoción tienen la misma consecuencia ( de hecho, un pensamiento o emoción son , nda más y nada menos que una conducta del cuerpo biológico). La palabra, al ser evocadora de cambios permanentes en el cuerpo, nos transforman.

En la actualidad, se han desarrollado muchas técnicas científicas capaces de verificar los cambios ocurridos en el cuerpo después de que las personas asisten a psicoterapia. Estos cambios se han observado principalmente en el cerebro, órgano que posibilita procesos tales como: la respiración, la frecuencia cardiaca, la contracción vascular, el movimiento de las vísceras, la secreción de hormonas, el movimiento de los músculos, hasta la imagen mental que nos construimos acerca de nuestro cuerpo, entre otros.

"Cualquier experiencia imprime en nuestro cerebro una nueva huella que, a su vez, al verbalizarla, también se modifica. De ese modo, las experiencias modelan nuestra mente y las palabras con que revivimos una experiencia la reescriben de una nueva manera en nuestra memoria. Por eso, no podemos pensar dos veces con el mismo cerebro..."

-François Ansermet-

Estos cambios consisten principalmente en la normalización del patrón de actividad del cerebro (es decir, cuando ciertas partes del cerebro tienen mucha actividad se generan emociones, pensamientos y conductas descontroladas o desorganizadas y, cuando tienen poca actividad, se reducen en frecuencia o intensidad y se hacen más lentos los procesos. En ambos casos, se impide que el cuerpo se adapte a nuevas situaciones, causando malestar) aparece actividad en regiones del cerebro que antes no respondían. Toda la actividad del cerebro tiene una representación en el cuerpo, cuando aparece nueva actividad, significa que el cuerpo ha iniciado un nuevo proceso. Dichos cambios ocurren paralelamente con una reorganización de la estructura del cerebro. También se ha observado que ). La investigación científica de las últimas décadas ha revelado que . .el cuerpo, y más específicamente el cerebro de las personas sufre cambios marcados durante un proceso de psicoterapia, lo que significa que se han aprendido nuevas conductas o nuevas formas de pensar y sentir acerca de las cosas ( y son similares, y en algunos casos superiores, a los cambios que podrían producirse con el uso de fármacos, sin producir los efectos secundarios.)

En otras palabras, la psicoterapia normaliza la estructura y función del cerebro al generar mediante el dialogo, un cambio en las interacciones de las personas con el mundo. Las investigaciones también han descubierto que dichas modificaciones, se mantienen por periodos largos de tiempo y pueden hacerse permanentes mediante la práctica constante de las nuevas habilidades de pensamientos, conductas y emociones, adquiridas en el proceso.

"Los hechizos inspirados por medio de las palabras se convierten en creadores de placer y eliminadores de la tristeza"

-Gorgias-

Algunos de los beneficios notables que se producen debido a las modificaciones logradas por la psicoterapia son: la reducción del dolor crónico, el restablecimiento del nivel de presión arterial, la mejora en la calidad del sueño, el incremento de la respuesta inmune, la reducción de los niveles de estrés, la reducción de la irritabilidad emocional, la mejora en la capacidad de concentración, el incremento en los sensaciones de satisfacción, la eliminación de pensamientos disfuncionales, el aprendizaje de conductas más adaptativas y creativas para los distintos contextos, el balance entre emociones agradables y desagradables, la reducción del estrés oxidativo en las células del cuerpo (que se relaciona con el envejecimiento), la mejora de las capacidades intelectuales, etc.

Desde este punto de vista, una psicoterapia actúa como una especie de cirugía fina sobre el cuerpo, usando a la palabra como el bisturí capaz de modificar las disposiciones del cuerpo para generar sus efectos terapéuticos.

Ahora que lo sabes, puedes apreciar la gran importancia que tiene pensar sobre tus emociones y pensamientos como una extensión de tu cuerpo. Esto ayudará a deshacer los mitos que se cuentan sobre la salud mental.

Ten en cuenta que cuando asistes a una psicoterapia estás generando cambios permanentes y mejorando tu salud general. Además, esto se traduce en una mejor calidad de vida, la mejora de tus relaciones y una mayor satisfacción personal.

-David Hernández-

Psic., M. en C. y Psicoterapeuta

davidpsicoterapia@hotmail.com

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Aquí abajo te dejo unos textos para profundizar en el tema y revisar las evidencias científicas al respecto:

Ansermet F. y Magistretti P. (2008 ) "A cada cual su cerebro. Plasticidad neuronal e inconsciente". 2da. reimpresión. Buenos Aires: Katz. Da click en este link para leer el prefacio del libro: http://www.intramed.net/userfiles/katzed.-.pdf
APA (2012) "Recognition on psychotherapy effectiveness". Artículo publicado en línea y disponible en el siguiente enlace: http://www.apa.org/about/policy/resolution-psychotherapy.aspx
-Autor desconocido- (2015)"La psicoterapia normaliza la actividad del sistema límbico del cerebro". Revista digital:Tendencias 21. Artículo en línea disponible desde: http://www.tendencias21.net/La-psicoterapia-normaliza-la-actividad-del-sistema-limbico-del-cerebro_a40219.html
Barsaglini A., et al., (2014) "The effects of psychotherapy on brain function: a systematic and critical review". Progress in Neurobiology. 114:1-14. Disponible en línea desde: h ttps://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24189360
Fritsche G.L.,(s.f.) "Bases neurobiológicas de la resiliencia y su reelevancia en salud mental". Revista digital de divulgación neurocientífica. Artículo disponible en línea desde: https://www.wix.com/my-account/sites/db460628-bd21-4ea9-adcc-8855d794afd2/simple-app?app=blog
Kandel ER. A new intellectual framework for psychiatry. Am J Psychiat 1998;155:457–69.http://ajp.psychiatryonline.org/doi/pdf/10.1176/ajp.155.4.457
Wiswede D., et al., (2014) "Tracking functional brain changes in patients with depression under psychodinamic psychotherapy using individualized stimuli". Plos One. 9(9):e109037. disponible en línea desde: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25275317
Steiger V.R., et al., (2016) "Patterns of structural brain changes in social anxiety disorder after cognitive behavioral group therapy : a longitudinal multimodal MRI study". Molecular Psychiatry. DOI: 10.1038/mp.2016.217. Disponible desde https://www.nature.com/mp/journal/vaop/ncurrent/full/mp2016217a.html